Los artículos SEO están matando internet, pero también lo están salvando

Es casi nuestra responsabilidad perder un poco la fe en la humanidad cada vez que, tras realizar una búsqueda en Google, nos encontramos con una primera página repleta de artículos que se han copiado entre ellos. La cosa empeora si además los artículos son obscenamente malos. Peor aún si los textos han sido redactados por la inteligencia artificial de turno. En definitiva, un “todo mal” de manual. 

Con esta situación comprendo a los que defienden que los “artículos SEO”, aquellos destinados a posicionar en las primeras posiciones de los buscadores web, están acabando con Internet. Debo admitir que incluso hoy en día son muchos los profesionales que recaen en algunas malas prácticas. La que hoy nos ocupa es la de saturar la red de redes con contenidos de escasa calidad, pero que aparentemente se posiciona muy bien. En el mejor de los casos estos artículos son una amalgama de diferentes textos que hablan del tema. En el peor se trata de una copia más que burda de un contenido original del que ya nadie se acuerda.

¿Cómo Google se defiende de los artículos SEO basura?

Los principales buscadores de Internet, me vais a permitir que lo simplifique en Google, llevan años conscientes de este hartazgo de los usuarios y han introducido medidas para defenderse de estos artículos basura. Entre las principales medidas destacan los baremos de posicionamiento SEO.  Antes los principales indicadores de que una página era apta para las primeras posiciones (el famoso page rank) se centraban en cómo el contenido se adaptaba a las intenciones de búsqueda. Desde hace años estos baremos han ido más allá e introducen variables relacionadas con el comportamiento de los usuarios y la calidad del contenido.

Actualmente el page rank de un blog, página web o e-commerce depende en gran medida de cómo se comporte el usuario que entra en ella. Aspectos como la permanencia en página o la tasa de rebote son fundamentales para que Google interprete un contenido como de valor. Si las personas están en la página el tiempo suficiente como para, al menos, haberlo leído; se interpreta como contenido de valor.

A esto hay que incluir una serie de criterios sobre la legibilidad del texto, es decir, cómo de fácil es leer tu artículo. Este es uno de los aspectos que más detestan los redactores más literarios, puesto que estos criterios afectan a la longitud de las frases, la utilización de conectores o el abuso de oraciones pasivas. Hasta cierto punto los buscadores te dicen cómo redactar tu contenido, aunque opino que son indicaciones lo suficientemente laxas como para que cada compañía pueda desarrollar un estilo propio sin afectar a sus objetivos SEO.

No quiero acabar sin mencionar el linkbuilding. El linkbuilding hace referencia a como tu página se relaciona con otras mediante links. En resumen, Google da prioridad a los contenidos con links de calidad. Es más fácil llegar a las primeras posiciones si webs de referencia contienen links a los artículos de tu web.

Conclusión sobre la actualidad de la redacción de contenido SEO

Incluso hoy en día el contenido basura en Internet sigue siendo un problema. Cientos de webs posicionan con contenido tendencioso, poco amigable con el usuario o directamente textos copiado de otras webs. Me gustaría decir que es una practica obsoleta, pero sigue ocurriendo. Incluso medios de comunicación, considerados tradicionalmente como serios lo hacen. Es triste y hace de internet un sitio peor.

La otra cara de la moneda es la que invita al optimismo. La que demuestra que los artículos SEO de calidad son los que mejores resultados están obteniendo a medio/largo plazo. Las búsquedas relacionadas con keywords de calidad son las que menos sufren de contenido basura. Por qué son las más difíciles de lograr, las más competidas y, por lo tanto, la que más buenas prácticas requieren. La inmensa mayoría del contenido basura se encuentra en búsquedas relacionadas con keywords poco transitadas o muy de nicho, a las que aún no se les ha dedicado el esfuerzo y tiempo que se merecen.

Se puede afirmar sin miedo que las buenas prácticas SEO son las que están salvando internet de un problema que los propios malos hábitos SEO del pasado han creado. Podemos decir que somos nuestro peor enemigo. ¿Qué le vamos a hacer? Hasta en las mejores familias ocurre.